Los conflictos comerciales han interrumpido las cadenas de suministro y han influido en el rendimiento de los valores de los mercados emergentes. Sin embargo, ahora que las empresas manufactureras trasladan la producción fuera de China para evitar los aranceles, algunos de sus vecinos han vislumbrado una oportunidad.

Las políticas proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han suscitado críticas de parte de funcionarios gubernamentales, inversores y directivos de empresas de todo el mundo. Pero, sin embargo, están ganando apoyo a veces de manera inesperada. Como afirmó el vicepresidente indonesio Jusuf Kalla a Bloomberg a principios de 2019: «La guerra comercial en curso es bastante buena».1
El aumento de los aranceles ha alterado las cadenas de suministro y ha puesto en peligro la capacidad de recuperación económica de China
Las tensiones comerciales son, sin duda, una mala noticia para las economías abiertas del sudeste asiático, que se han beneficiado de la mejora de los flujos comerciales mundiales en las últimas décadas. El aumento de los aranceles ha alterado las cadenas de suministro y ha puesto en peligro la capacidad de recuperación económica de China, principal socio comercial de muchos países de la región.
Pero el conflicto comercial también ha aportado algunos beneficios. En un momento en que los aranceles de Trump golpean las exportaciones chinas a Estados Unidos, las empresas de los sectores de la ingeniería, textil y tecnológico han estado ocupadas presentando planes para trasladar la producción de China a los países vecinos con el fin de no quedar atrapadas en el fuego cruzado. El primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, haciéndose eco del gobierno de Indonesia, hizo un llamamiento a su país para que «aproveche la oportunidad» de ganar más inversión extranjera.2
El desplazamiento de las actividades de fabricación de China al sudeste asiático está acelerando una tendencia a largo plazo. Las empresas y los inversores extranjeros se sienten cada vez más atraídos por la ventajosa situación geográfica y el perfil demográfico de la región, y es probable que esta tendencia se mantenga con independencia del resultado de las negociaciones comerciales entre Washington y Pekín.
«Se ha producido un desvío de inversiones y capitales hacia los países del sur y el sudeste asiático, reflejo de una historia de crecimiento más amplia», afirma Parag Khanna, experto en estrategia geopolítica y autor del libro El futuro es asiático. «Este proceso ya estaba en marcha, pero la guerra comercial va a acelerarlo».
Efectos de la guerra comercial
Las economías del sudeste asiático mostraron un comportamiento económico dispar el año pasado, en un contexto en el que las disputas comerciales y el ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal han golpeado la economía en dos frentes. Según datos del Banco Asiático de Desarrollo, el crecimiento medio ponderado del PIB en las cinco principales economías de la región –Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia– fue del 4,8% en 2018, por debajo de la tasa de crecimiento media ponderada del 5,1% registrada en 2017.3
La subida de los tipos de interés estadounidenses y el repunte del dólar propician una salida de las inversiones de los mercados emergentes, lo que puede poner en peligro a las economías que dependen de los flujos de capital extranjero. Pero el impacto de estos factores fue menos acusado en 2018 que durante el «taper tantrum» de 2013 debido, en parte, a que las economías de la región son ahora más resistentes de lo que lo eran hace seis años.
«Muchos mercados del sudeste asiático se vieron afectados negativamente por la subida de los tipos de interés estadounidenses y la fortaleza del dólar», afirma Maulshree Saroliya, experta en estrategia macroeconómica de Aviva Investors. «Esta situación no difiere mucho del taper tantrum, cuando la subida de los tipos de interés en Estados Unidos, en el marco de un reajuste de la política monetaria de dicho país, dio lugar a la salida de los mercados emergentes de las carteras. Pero estos mercados tuvieron déficits externos mucho mayores y tipos de interés reales más bajos durante el episodio de la crisis, lo que llevó a una fuerte ola de ventas en los ME, que se debió exclusivamente a la subida de los tipos de interés en Estados Unidos».
La Reserva Federal de Estados Unidos ha adoptado un tono muy acomodaticio y China ha decidido estimular su economía de forma más decisiva
«Sin embargo, en los últimos tiempos, la Reserva Federal de Estados Unidos ha adoptado un tono muy acomodaticio y China ha decidido estimular su economía de forma más decisiva, lo que constituye una importante fuente de alivio para Asia y para el resto de los ME», añade Saroliya.
Stuart Ritson, gestor de fondos de deuda de mercados emergentes de Aviva Investors en Singapur, también señala la mejora de la resistencia económica en el sudeste asiático. Ritson argumenta que la deuda pública denominada en moneda local podría representar una oportunidad para los inversores de renta fija, ya que es poco probable que el dólar estadounidense mantenga el mismo nivel de apreciación que en 2018.
«Los mercados locales asiáticos están relativamente bien situados, habida cuenta de sus aceptables fundamentales, unos precios del petróleo más bajos en comparación con el segundo semestre de 2018 y un contexto más favorable en términos de dólares estadounidenses, lo que está favoreciendo a los países de alto rendimiento de la región, como Indonesia», afirma Ritson.
«Las valoraciones de la rupia son atractivas y los rendimientos reales ofrecen una buena remuneración en relación con los fundamentales indonesios. Los responsables políticos se mostraron proactivos ante el aumento de la volatilidad macroeconómica el año pasado, y prevemos una reducción del déficit por cuenta corriente, lo que reducirá la presión sobre la divisa en un momento en el que la demanda transfronteriza de activos indonesios se está recuperando», añade.
Ventaja competitiva
Los conflictos comerciales siguen siendo una amenaza, pero las economías del sudeste asiático podrían beneficiarse si logran capear sus efectos a corto plazo
Los conflictos comerciales siguen siendo una amenaza, pero las economías del sudeste asiático podrían beneficiarse si logran capear sus efectos a corto plazo. Las grandes compañías electrónicas extranjeras se encuentran entre las empresas que están agilizando sus planes para trasladar sus bases de producción fuera de China y evitar así los aranceles, siendo Tailandia, Indonesia, Malasia y Vietnam los principales beneficiarios. Aunque muchos de estos países exportan bienes a China, incluidas piezas intermedias en las cadenas de producción de productos electrónicos, tienen mucho margen para exportar más a Estados Unidos.
«El conflicto comercial y las tensiones geopolíticas que conlleva hacen que las empresas teman estar demasiado expuestas a China, por lo que están trasladando sus actividades a otros lugares de Asia y aprovechando el arbitraje del mercado laboral», afirma Alistair Way, director de renta variable de los mercados emergentes de Aviva Investors. «Esta es una tendencia interesante desde el punto de vista de la inversión, ya que las empresas que pueden trasladar de forma flexible sus bases de producción tendrán una ventaja competitiva».
Según datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), el sudeste asiático fue el «principal motor de crecimiento de la inversión extranjera directa (IED)» del mundo el año pasado. Los flujos de entrada se incrementaron un 11%, hasta alcanzar la cifra récord de 145.000 millones de dólares, un nivel más alto que el registrado en Europa y en China.4 Según una encuesta reciente, más del 70% de las empresas estadounidenses que operan en el sur de China declararon que estaban considerando la posibilidad de retrasar la inversión o trasladar su producción a otros países, siendo el sudeste asiático el destino más probable.5
Las empresas japonesas que han estado produciendo en China para reexportar a Occidente ya se han puesto en marcha. Al anunciar su decisión de trasladar la producción de sus equipos estéreo para automóviles de China a Tailandia y Malasia, así como a México, en octubre de 2018, Panasonic afirmó que la amenaza de Trump de aplicar aranceles adicionales a China podría afectar a sus beneficios anuales por un valor de 10.000 millones de yenes (89 millones de dólares). Otras empresas como Yokowo, Sumitomo y Daikin Industries también han comenzado a trasladar algunas de sus actividades de fabricación al sudeste asiático.
Sin embargo, no todas las economías del sudeste asiático se benefician por igual de esta tendencia, y los factores políticos pueden desempeñar un papel importante. A pesar de que la inversión extranjera en Tailandia fue importante en 2018 –el país captó 11.000 millones de dólares de IED, cuatro veces más que en 2017–, la confianza de las empresas ha disminuido recientemente en medio de la incertidumbre que rodea a las elecciones generales del país que se celebrarán a finales de este mes.6 Ritson señala que el potencial de bloqueo político tras la votación es elevado, aunque el saneado superávit en cuenta corriente de Tailandia, del 6% del PIB, debería apoyar al baht tailandés, protegiendo así los precios de los activos.
Vietnam se muestra cada vez más a favor de las empresas y los inversores extranjeros
Vietnam se muestra cada vez más a favor de las empresas y los inversores extranjeros, habiendo captado una cifra récord de 19.000 millones de dólares de IED en 2018. El país reúne muchas cualidades apreciadas por las empresas manufactureras: estabilidad política, proximidad a las principales cadenas de suministro, una infraestructura sólida y una mano de obra cualificada en la fabricación de alta tecnología, gracias a las inversiones del gobierno en educación y formación.
Mucho antes de que surgieran las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, empresas como Foxconn, Intel y Samsung habían comenzado a trasladar sus bases de producción de China a Vietnam. Los temores de una guerra comercial en toda regla han acelerado el proceso, con un aumento del 18% de los flujos de entrada en el sector manufacturero durante los primeros nueve meses de 2018.7 Es tal el entusiasmo de Samsung por el mercado vietnamita que, en la actualidad, es el mayor empleador extranjero del país.
Cadenas de suministro flexibles
Sin embargo, el éxito de Vietnam a la hora de atraer empresas manufactureras podría acarrear sus propios problemas. A medida que nuevas empresas se instalen y empiecen a exportar a Estados Unidos, Trump podría empezar a volcar su ira proteccionista contra Hanói. Vietnam registra un superávit comercial de 40.000 millones de dólares con Estados Unidos y en 2016 sufrió los efectos de los aranceles, cuando las empresas chinas desviaron las exportaciones de acero a través del país para eludir los cánones de China. Consciente de este peligro, Nguyen Xuan Phuc ha insistido en que su gobierno no tomará partido en la disputa.
No todas las empresas podrán trasladar sus actividades sin incurrir en costes significativos, lo que podría eliminar los beneficios derivados de la elusión de los aranceles
Quienes pretendan aprovechar el aumento de la IED en el sudeste asiático como tema de inversión también deben ser conscientes de que no todas las empresas podrán trasladar sus actividades sin incurrir en costes significativos, lo que podría eliminar los beneficios derivados de la elusión de los aranceles. Esta situación afecta sobre todo a aquellas empresas que se encuentran inmersas en complejas cadenas de suministro regionales: The Economist estima que el coste combinado para los proveedores de Apple de trasladar la producción de iPhone fuera de China sería de entre 25.000 y 90.000 millones de dólares.8
Pero las empresas que pueden trasladar sus actividades de forma flexible obtendrán una ventaja: no solamente evitarán las fluctuaciones de los aranceles sobre las exportaciones, sino que también podrán beneficiarse de la reducción de los costes de la mano de obra. Las empresas más grandes, lo suficientemente ágiles como para trasladar rápidamente las bases de producción a otros países sin tener que construir fábricas completamente nuevas, estarán bien posicionadas, al igual que las empresas que ofrecen soluciones de fabricación como New Kinpo de Taiwán, que cuenta con redes de producción en todo el sudeste asiático.
«Las empresas manufactureras nacionales de Vietnam, Malasia y Tailandia podrían conseguir nuevos negocios», comenta Way. «Podría producirse una mayor disparidad en el rendimiento entre aquellas empresas que son lo suficientemente flexibles como para hacer frente al nuevo orden del comercio mundial, posiblemente más problemático, y aquellas que no lo son».
Percepciones cambiantes
Las empresas que trasladen sus actividades al sudeste asiático podrían tardar algún tiempo en notar los efectos en su cuenta de resultados, y los países anfitriones en obtener los beneficios económicos de una mayor inversión. Según Way, eso ocurrirá a medio plazo.
Desde principios de 2019 se han observado indicios de un deshielo de las tensiones entre Estados Unidos y China. Pero incluso si ambas superpotencias llegan a un acuerdo comercial, tal y como es de esperar, el sudeste asiático debería seguir atrayendo inversiones extranjeras. A más largo plazo, la región posee muchas características que deberían contribuir a impulsar el crecimiento.
Las economías del sudeste asiático colaboran en bloque a través de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), lo que facilita una mayor migración e inversión entre las regiones. El sudeste asiático también concentra una importante población joven y cada vez más acomodada, cuyo poder adquisitivo debería contribuir a impulsar un mayor crecimiento interno en los próximos años.
Es muy posible que las grandes empresas mundiales consideren la región como un mercado de consumo lucrativo, y no simplemente como una fuente de mano de obra barata
A medida que esta tendencia se desarrolle, es muy posible que las grandes empresas mundiales consideren la región como un mercado de consumo lucrativo, y no simplemente como una fuente de mano de obra barata. Empresas tecnológicas chinas como Alibaba y JD.com y sus rivales occidentales, como Google y Amazon, ya están compitiendo por clientes en Indonesia, Tailandia y Vietnam, tanto a través de asociaciones con empresas locales como mediante la oferta directa de sus propios servicios. En 2017, los gigantes tecnológicos de China gastaron 6.000 millones de dólares en adquisiciones de empresas del sudeste asiático.9
Parag Khanna sostiene que el sudeste asiático, junto con el sur de Asia, será el punto de partida de la próxima ola de crecimiento del continente, lo que cambiará las percepciones sobre el posicionamiento de la región con respecto a China y a Occidente. «Desde hace algún tiempo, Asia cuenta con la clase media de mayor crecimiento del mundo, impulsada en un principio por Japón y Corea del Sur y ahora, por supuesto, por China. India se está acercando gradualmente. Si se agregan los grupos demográficos del sudeste asiático, con sus megalópolis y sus centros financieros, esta dinámica se mantendrá», explica.
«Traslada la atención del consumidor hacia las marcas de lujo o las empresas minoristas. Antes, Asia era la fábrica de Occidente y ahora es Occidente la fábrica de Asia. Así es como se están desarrollando las cosas en los distintos sectores. Esta tendencia aumenta considerablemente la influencia de Asia, en términos de su capacidad de aplicar su política industrial, de seguir captando inversiones extranjeras y de redefinir las normas del comercio mundial y de la IED», añade Khanna.
Referencias
- ‘Trade war is a good thing for Indonesia, vice president says,’ Bloomberg, January 2019. https://www.bloomberg.com/news/articles/2019-01-08/trade-war-is-a-good-thing-for-indonesia-vice-president-says
- ‘US-China trade war boosts fast-growing southeast Asia,’ Forbes, February 2019. https://www.forbes.com/sites/vinnielauria/2019/02/19/u-s-china-trade-war-boosts-fast-growing-southeast-asia-2/#4e2ef2c76f5e
- ‘Trade war hits SE Asia, growth down for first time in three years,’ Nikkei, February 2019. https://asia.nikkei.com/Economy/Trade-war-hits-SE-Asia-growth-down-for-first-time-in-3-years
- ‘Southeast Asia bucks trend of sinking global foreign investment,’ Nikkei, February 2019. https://asia.nikkei.com/Economy/Southeast-Asia-bucks-trend-of-sinking-global-foreign-investment
- ‘Many US firms in China eyeing relocation as trade war bites,’ Reuters, October 2018. https://www.nbcnews.com/business/business-news/many-u-s-firms-china-eyeing-relocation-trade-war-bites-n925526
- See note 4.
- ‘Thanks to the trade war, southeast Asia has an investment boom,’ Bloomberg, October 2018. https://www.bloomberg.com/news/articles/2018-10-22/thanks-to-the-trade-war-southeast-asia-has-an-investment-boom
- ‘Globalisation has faltered,’ The Economist, January 2019. https://www.economist.com/briefing/2019/01/24/globalisation-has-faltered
- ‘Chinese and US tech giants go at it in emerging markets,’ The Economist, July 2018. https://www.economist.com/business/2018/07/07/chinese-and-us-tech-giants-go-at-it-in-emerging-markets