• Equities

Los inversores deberían pedir cuentas a los malos directivos

Los accionistas institucionales tienen que ser tan dinámicos y proactivos como quienes invierten en capital riesgo al enfrentarse a los fallos de sus directivos.

3 minutos de lectura

gavel on a block

Con el reciente aumento de las ofertas de adquisición, que ha culminado con una oferta premium del gigante estadounidense de juguetes Hasbro al propietario de Peppa Pig, Entertainment One, los inversores deberían preguntarse por qué tantas empresas son objeto de ofertas de adquisición en estos momentos, qué indica esta actividad y cómo deberían responder en términos de gobierno corporativo y posicionamiento de la cartera.

La mayoría de las ofertas de los últimos tiempos proceden de empresas de capital riesgo, que se centran en el valor de reventa a largo plazo de las empresas que compran. Las empresas únicamente resultan atractivas para las sociedades de capital riesgo cuando su estrategia, sus actividades o su balance están mal gestionados, o cuando el mercado no aprecia sus perspectivas de valor a largo plazo. Ambas situaciones son errores de los directivos de la empresa.

La solución no está en las fórmulas trilladas a corto plazo para el mercado público ni en la ingeniería financiera de las empresas de capital riesgo, sino en que los accionistas institucionales den un paso al frente. En concreto, deben exigir a los directivos de las empresas que rindan cuentas por sus malos resultados y presionar para que actúen de forma más decisiva y rápida a la hora de sustituir a los directores generales, directores financieros y presidentes en caso de que no consigan resultados satisfactorios. Se podría argumentar que las empresas de capital riesgo son buenas para los mercados públicos en el mismo sentido en que los inversores activistas contribuyen a crear una gestión y una disciplina de precios.

Sin embargo, los inversores institucionales no pueden confiar en que estas empresas de capital riesgo vayan a facilitar el cambio. Somos nosotros quienes tenemos que ser activos en primer lugar.

Si se materializara una oferta, en particular por parte de una empresa de capital riesgo, el consejo de administración y los accionistas deberían pelear y no rendirse. En primer lugar, los consejos de administración deberían tratar de resolver internamente las cuestiones de valoración que la oferta haya destacado, involucrando a sus accionistas a largo plazo como parte del proceso.

Ha habido muchos casos de empresas objetivo que prosperaron después de rechazar una oferta de gran repercusión mediática, como por ejemplo Unilever y Astra Zeneca. Si esto no fuera posible por falta de apoyo de los accionistas y el consejo de administración decidiera vender, deberá esforzarse por conseguir el mejor precio. Los accionistas también deben tener en cuenta el valor a largo plazo de la empresa y asegurarse de que los consejos de administración de las empresas objetivo se atengan a este proceso.

Lamentablemente, este comportamiento no se ha visto en los últimos meses, ya que las empresas se venden a precios demasiado bajos, ya sea porque los consejos de administración se ven afectados por las agendas personales de los directivos que se han cansado de los mercados públicos, porque la tendencia general es que los consejos de administración desplieguen la bandera blanca antes de tiempo, o porque los accionistas tienen prisa por vender demasiado pronto.

El especialista en reabastecimiento en vuelo Cobham no comenzó a recuperarse hasta que se instaló un nuevo equipo directivo en 2016. Ahora se ha vendido la empresa antes de que el mercado pueda beneficiarse de la solidez de los nuevos cimientos creados.

En Merlin Entertainments, el equipo directivo tuvo la oportunidad de impresionar al mercado tras su salida a bolsa en 2013, pero no logró alcanzar los objetivos de beneficios de forma continuada y, tras culpar a los inversores de infravalorar la empresa, la vendió discretamente a los fondos de capital riesgo.

En RPC, la empresa de envases, el consejo de administración no se adaptó después de que los inversores dejaran de favorecer una estrategia basada en las adquisiciones y renunciaran en la práctica a la opción de ser una empresa que cotizaba de forma independiente. Después de un largo proceso de oferta de adquisición de una empresa de capital riesgo, se vendió por debajo de los máximos alcanzados por acción en 2016/17.

Por otra parte, las dificultades de la cervecera Greene King para hacer frente a las dificultades del negocio y comunicar una estrategia de crecimiento convincente condujeron a una infravaloración sustancial de la base de activos por parte de los inversores, lo que permitió que la oferta de adquisición inicial fuese un 50 % más alta que el precio de mercado. El equipo directivo la aceptó de inmediato.

El bajo desempeño de los directivos y la inseguridad de los accionistas no son los únicos factores que impulsan el aumento de las ofertas de adquisición. Si bien es cierto que, desde la celebración del referéndum sobre el brexit, los temores que suscita explican por qué las empresas que cotizan en bolsa centradas en el mercado nacional se han valorado muy por debajo de sus homólogas centradas a nivel internacional, las ofertas de los últimos tiempos sugieren que algunos de los compradores internacionales y de las empresas de capital riesgo han decidido que hoy en día el impacto de un brexit sin acuerdo se descuenta por completo tanto en términos de riesgo económico como de riesgo cambiario. Si tienen razón, es probable que veamos más ofertas, a menos que el mercado británico empiece a valorar más los activos nacionales y los consejos de administración se defiendan con mayor firmeza.

Las recientes ofertas demuestran que aún queda mucho por hacer para evitar que las empresas británicas se vendan a un precio demasiado bajo. El comportamiento de los directivos y de los accionistas debe cambiar para reducir el riesgo de una oferta de adquisición, y los consejos de administración deben responder de forma eficaz para maximizar el valor para los accionistas en caso de que se produjese. Los inversores y los consejos de administración deben ser más proactivos a la hora de impulsar cambios en la gestión en caso necesario, y ser conscientes de que estas ofertas pueden indicar una excesiva negatividad en torno a las empresas con sede en el Reino Unido.

Últimamente, la dinámica ha ido contra las acciones del Reino Unido, y estas ofertas de adquisición indican que podría ser el momento de que los inversores se orienten hacia el mercado de valores británico. En épocas de cambio, los inversores harían bien en recordar que la suerte sonríe a los valientes. Los inversores activos deberían cambiar de rumbo y considerar más favorablemente las perspectivas del Reino Unido, tanto si el brexit se produce con acuerdo como sin él.

Este artículo se publicó por primera vez en The Sunday Times.

Biografía del autor

Información importante

Salvo que se indique lo contrario, la fuente de toda la información es Aviva Investors Global Services Limited (AIGSL) Junio de 2019. A menos que se indique lo contrario, cualquier opinión expresada será la de Aviva Investors. No deberá considerarse como garantía de rentabilidad de las inversiones gestionadas por Aviva Investors, ni tampoco como consejo de ningún tipo. La información contenida en el presente documento se ha obtenido a través de fuentes que se consideran fiables, pero Aviva Investors no la ha comprobado de forma independiente y no garantiza que dicha información sea exacta. La rentabilidad pasada no es una guía para la rentabilidad futura. El valor de una inversión y cualquier rentabilidad de la misma podrán bajar o subir, y puede que el inversor no recupere la cantidad original invertida. Nada de lo contenido en este material, incluidas las referencias a valores, clases de activos y mercados financieros específicos, es ni debe interpretarse como asesoramiento o recomendaciones de cualquier naturaleza. Este material no supone una recomendación para vender ni comprar inversiones.

En el Reino Unido y Europa, el presente material se ha elaborado y ha sido emitido por AIGSL, registrada en Inglaterra con el n.º 1151805. Domicilio social: St. Helen’s, 1 Undershaft, Londres, EC3P 3DQ. Autorizada y regulada por la Autoridad
de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido. En Francia, Aviva Investors France es una sociedad de gestión de carteras autorizada por la autoridad francesa «Autorité des Marchés Financiers», con el n.º GP 97-114, una sociedad de responsabilidad limitada con consejo de administración y consejo de supervisión, con un capital social de 17.793.700 euros, cuyo domicilio social está situado en 14, rue Roquépine, 75008 París; asimismo, está inscrita en el Registro Mercantil de París con el n.º 335.133.229. En Suiza, la publicación del presente documento corre a cargo de Aviva Investors Schweiz GmbH, autorizada por FINMA como distribuidor de organismos de inversión colectiva.

En Singapur, el presente material se distribuye a través de un acuerdo con Aviva Investors Asia Pte. Limited (AIAPL) para su única distribución a inversores institucionales. Tenga en cuenta que AIAPL no proporciona ninguna investigación ni análisis independiente sobre el contenido o la elaboración de este material. Los destinatarios del presente material deberán ponerse en contacto con AIAPL en relación con cualquier asunto que surja de, o en relación con, este material. AIAPL, una sociedad constituida de conformidad con las leyes de Singapur y con número de registro 200813519W, posee una Licencia válida de Servicios de Mercados de Capitales para llevar a cabo actividades de gestión de fondos emitida conforme a la Ley de Valores y Futuros (Cap. 289 del Estatuto de Singapur) y del Asesor Financiero Exento de Asia, a efectos de la Ley de Asesores Financieros (Cap. 110 del Estatuto de Singapur). Domicilio social: 1Raffles Quay, #27-13 South Tower, Singapur 048583. En Australia, el presente material se distribuye a través de un acuerdo con Aviva Investors Pacific Pty Ltd (AIPPL) para su única distribución a inversores mayoristas. Tenga en cuenta que AIPPL no proporciona ninguna investigación ni análisis independiente sobre el contenido o la elaboración de este material. Los destinatarios del presente material deberán ponerse en contacto con AIPPL en relación con cualquier asunto que surja de, o en relación con, este material. AIPPL, una sociedad constituida de conformidad con las leyes de Australia, con el n.º de negocio australiano 87.153.200.278, y con el n.º de sociedad australiana 153.200.278, posee una Licencia Australiana de Servicios Financieros (AFSL 411458) emitida por la Comisión de Valores e Inversiones de Australia. Dirección comercial: Level 30, Collins Place, 35 Collins Street, Melbourne, Vic 3000, Australia.

El nombre «Aviva Investors», tal y como se utiliza en el presente material, hace referencia a la organización mundial de empresas afiliadas de gestión de activos que funcionan con el nombre de Aviva Investors. Cada una de las filiales de los inversores de Aviva es una filial de Aviva plc, una sociedad multinacional de servicios financieros que cotiza en bolsa, y que cuenta con sede en el Reino Unido. Aviva Investors Canada, Inc. («AIC») está ubicada en Toronto y está registrada en la Comisión de Valores de Ontario («OSC») como Gestor de Cartera, Distribuidor de Mercado Exento y Gestor de Negociación de Materias Primas. Aviva Investors Americas LLC es un asesor de inversiones registrado a nivel federal en la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos. Aviva Investors Americas también cuenta con las funciones de asesor de negociación de materias primas («CTA») y de operador de pools de materias primas («CPO»), registrado ante la Comisión de Negociación de Futuros sobre Materias Primas («CFTC»), y es miembro de la Asociación Nacional de Futuros («NFA»). El Formulario ADV Parte 2A de AIA, que proporciona información sobre antecedentes de la sociedad y de sus prácticas comerciales, está disponible previa solicitud por escrito a: Departamento de Cumplimiento, 225 West Wacker Drive, Suite 2250, Chicago, IL 60606.

Vistas relacionadas