La stewardship integral de empresas, cadenas de valor y Gobiernos es esencial para dar forma a una transición climática viable e invertible. Pero no debe centrarse solo en los objetivos, sino en conseguir resultados en el mundo real que permitan que permitan alcanzar esos objetivos.
Lea este artículo para comprender:
- La importancia de una stewardship integral en todos los niveles de influencia
- Por qué es el momento de ir más allá de los objetivos de descarbonización y centrarse en una implementación realista y efectiva.
- Cómo puede animar la implicación corporativa a las empresas a adoptar planes de transición sólidos y aportar valor en un mundo en proceso de descarbonización.
La transición climática está en un momento decisivo. El obstáculo ya no es el querer alcanzarla, ya que los objetivos empresariales de cero emisiones netas se han multiplicado en los últimos años. Sin embargo, las emisiones siguen siendo elevadas y la aplicación estratégica de esos compromisos sigue siendo irregular. El reto consiste en garantizar que las empresas hagan lo necesario para lograr resultados: invertir con disciplina, mantener una resiliencia operativa y financiera, emplear escenarios climáticos realistas y utilizar su influencia para transformar el sistema en el que operan.
Las empresas que muestran agilidad, previsión e influencia en todos los sistemas tienen más probabilidades de preservar su valor a lo largo de la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono. De hecho, consideramos que la credibilidad de la transición es clave desde el punto de vista financiero y la evaluamos con el mismo rigor que otros riesgos materiales. La stewardship climática debe ir más allá del apoyo a grandes aspiraciones: ahora se trata de evaluar planes reales y esfuerzos tangibles de las empresas, con el objetivo de proteger el capital de los inversores y reducir su exposición al riesgo.
Seguimos adoptando un enfoque integral de la stewardship climática (véase Only connect: How a holistic approach to investment stewardship can enhance client outcomes).1 Nuestra implicación se extiende de forma transversal por distintos niveles de influencia, desde los activos privados en cartera hasta las empresas, sus cadenas de valor y los Gobiernos. Todo ello nos permite unir los puntos del sistema económico y político (véase la figura 1). Por ejemplo, creemos que una política sólida es fundamental para la transición de las empresas y queremos apoyarla mediante nuestra implicación. Nuestro enfoque ha cambiado: hemos pasado de analizar las ambiciones de países y empresas a valorar su preparación, su poder de influencia y cómo podemos contribuir a que se den las condiciones adecuadas para lograr resultados (véase más abajo).
Figura 1: Levels of influence
Note: We undertake engagement at each level, but the process may not apply to every holding in every fund. Refer to product prospectuses for further information.
Source: Aviva Investors, August 2025.
Una visión que trasciende los objetivos
Con el tiempo, hemos cambiado nuestro enfoque porque los objetivos por sí solos no reflejan la resiliencia estratégica y operativa, y muchas empresas operan en entornos en los que la política y la demanda no están alineadas. Se esperan compromisos más ambiciosos en 2025 en la Cumbre Climática COP30.2 Sin embargo, con las políticas actuales, la ONU calcula que "el mundo va camino de un aumento de la temperatura media global de 3,1 °C por encima de los niveles preindustriales en el transcurso del siglo".3
Más allá de preguntar a las empresas cuáles son sus objetivos de cero emisiones netas, analizamos si están preparadas para prosperar en futuros con bajas emisiones de carbono
Por ello, más allá de preguntar a las empresas cuáles son sus objetivos de cero emisiones netas, analizamos si están preparadas para prosperar en futuros con bajas emisiones de carbono, conservando su resiliencia financiera y su capacidad de generar valor, o si se están posicionando activamente para que estos futuros sean realidad, por ejemplo, con una asignación disciplinada del capital y un compromiso político estratégico. Es decir, no nos basamos únicamente en el objetivo que declaran.
No nos limitamos a analizar su alineación con el Acuerdo de París en abstracto, sino que analizamos la credibilidad de toda la propuesta de valor: hasta qué punto la estrategia de la empresa, la asignación de capital o los grupos de presión pueden soportar los riesgos estructurales de la transición y cómo están posicionadas para aportar valor en un mundo en proceso de descarbonización (véase la figura 2).
- La asignación de capital permite ver con claridad si las empresas están alineando sus inversiones con una estrategia climática coherente. La clave no es solo si el gasto se puede etiquetar como "ecológico" o "normal", sino cómo las empresas priorizan entre distintas presiones, como la descarbonización, la resiliencia energética, las perspectivas de la demanda y la resiliencia financiera, al tomar decisiones sobre asignación de capital.
- También buscamos empresas que diseñen y apliquen planes estratégicos para adaptarse a los importantes efectos de un clima cambiante, por ejemplo, preparándose para un futuro con sequías e inundaciones más frecuentes, o la subida del nivel del mar.
- Queremos que esos planes tengan en cuenta las nuevas tecnologías y las aprovechen en la medida de lo posible.
- Asimismo, buscamos planes de transición que expliquen cómo se evalúan e integran las nuevas tecnologías, con plazos e hipótesis de costes, y cómo encajan en la estrategia general de la empresa.
- Por último, animamos a las empresas a hablar de las necesidades políticas específicas que les pueden ayudar a facilitar su transición y a que identifiquen explícitamente las limitaciones clave que necesitan atención a través de nuevas medidas.
Este contexto centra nuestra stewardship en la creación de valor a largo plazo, no en objetivos a corto plazo, y nos permite afinar las preguntas que planteamos a las empresas.
Figura 2: Framing corporate engagement conversations
| Basic framing | Enhanced framing |
|---|---|
| Have you committed to net zero? | How are climate risks embedded in your capital and strategic decisions? |
| Are you Paris-aligned? | What energy or demand scenarios are you planning for – and are they credible? How resilient are your operations to changing environments? |
| Are you decarbonising quickly enough? | Are you using your influence across policy, procurement, and partnerships to shape a viable transition? |
Source: Aviva Investors, August 2025.
Este enfoque no se limita a los valores cotizados, y nuestra implicación en un campo influye directamente en las conversaciones que mantenemos en otros. Por ejemplo, las conclusiones de nuestro compromiso corporativo con el clima en Australia han servido de base para mantener diálogos colaborativos con distintos Gobiernos sobre cómo alinear las políticas federales con los objetivos nacionales de descarbonización (véase Sovereign engagement: Driving positive change while delivering long-term value).4 En Reino Unido, nuestra implicación a nivel público se ha centrado en garantizar que las infraestructuras de recarga y la política de resiliencia de la red eléctrica sigan el ritmo de la asignación de capital que requiere la industria para la transición a los vehículos eléctricos (véase Low Carbon Investment Policy Roadmap).5 En los mercados privados, hemos financiado algunos proyectos de energías renovables supéditándolos a una sólida consulta y participación de la comunidad.
También aplicamos este enfoque conjunto a los retos a nivel sectorial. Por ejemplo, nuestro trabajo en la cadena de valor sobre la descarbonización de la energía ha combinado la implicación con las empresas de servicios públicos, los reguladores y los responsables políticos para tratar de ayudar a crear las condiciones necesarias para una inversión creíble en la capacidad de lograr bajas emisiones de carbono (véase Building bridges: Mobilising value chains for decarbonisation).6 Estos esfuerzos interrelacionados garantizan que nuestra stewardship pueda influir, no solo en los resultados de las empresas, sino también en los marcos políticos y de mercado más amplios que permitirán el éxito de los planes de transición y, en última instancia, en los resultados en el mundo real.
Dónde se están viendo ya resultados: caso práctico
Ya estamos empezando a ver los efectos de este enfoque. En un caso, apoyamos a una empresa con unos objetivos formales modestos, pero que mostraba un giro claro y disciplinado en la asignación de capital, la planificación de escenarios y la influencia en el ecosistema. Este matiz es muy importante. No nos limitamos a preguntar quién dice lo correcto, sino que preguntamos quién está en condiciones de ofrecer un rendimiento operativo resiliente y con bajas emisiones de carbono.
Empresa A: identificación de barreras y promoción de políticas clave en el sector de gases industriales
En 2024, invertimos en una empresa mundial de gases industriales fundamental para la descarbonización de industrias transformadoras como el acero, el cemento y la electrónica. No solo nos centramos en sus propios objetivos, sino también en los obstáculos a los que se enfrentaba a la hora de obtener resultados en la transición, y en cómo influía esa empresa en el sistema que la rodeaba.
Analizamos:
- Cómo se integraban los riesgos climáticos en la I+D y la planificación de capital para el hidrógeno, la captura de carbono y la electrificación de activos.
- Dónde estaban las limitaciones, desde las normativas hasta las tecnológicas.
- La implicación de la empresa con los responsables políticos para superar esas barreras.
Al comprender los obstáculos a los que se enfrentaban, pudimos adaptar las expectativas y emplear nuestra capacidad de influencia —incluyendo la participación activa con Gobiernos y en el ámbito de las políticas públicas— para ayudar a sortearlos. Esto reforzó nuestra opinión de que una planificación creíble de la transición requiere transparencia sobre los obstáculos, adaptabilidad en la estrategia y participación activa para crear las condiciones propicias. En este sentido, hemos continuado nuestro compromiso constructivo en 2025.
Conclusión
La transición va a ser desigual, pero las empresas deben prepararse, adaptarse y liderar el camino en la medida de lo posible. Los inversores ya no podrán evaluar la estrategia climática de forma aislada. Tenemos que evaluarla basándonos en los sistemas del mundo real en los que se está produciendo la transición y a través de los mercados, las políticas y las cadenas de suministro. Esto requiere un enfoque matizado y específico. A eso nos referimos cuando hablamos de llevar la stewardship "más allá de la descarbonización": no se trata solo de plantear preguntas más difíciles, sino de ayudar a crear las condiciones necesarias para que las empresas tengan éxito a la hora de alinear las expectativas, el capital y los elementos clave del sistema.
Referencias
- Louise Piffaut, "Only connect: How a holistic approach to investment stewardship can enhance client outcomes”, Aviva Investors, 30 de septiembre de 2024.
- "Nationally Determined Contributions (NDCs)", COP30 Brasil, actualizado el 25 de agosto de 2025.
- “Climate action: Fast facts", Naciones Unidas, agosto de 2025.
- Thomas Dillon, “Sovereign engagement: Driving positive change while delivering long-term value", Aviva Investors, 14 de mayo de 2025.
- Nick Molho, Sophie English, “Boosting low-carbon investment in the UK: A policy roadmap”, Aviva Investors, 16 de julio de 2024.
- Louise Wihlborn, Nick Molho, “Building bridges to net zero: Mobilising value chains for decarbonisation", Aviva Investors, 25 de noviembre de 2024.