En la tercera de nuestras conversaciones sobre la renta variable global, Joanna Tucka, responsable del sector sanitario, y Richard Saldanha, gestor de carteras de renta variable global, analizan por qué se está disipando el pesimismo en el sector sanitario.
Lea este artículo para comprender:
- Los motivos por los que los inversores en farmacéuticas no deberían echar a perder sus activos.
- La forma en que la estructura y la dinámica de la cadena de valor ponen de relieve tanto los riesgos como las oportunidades del sector.
- La importancia de mantener el equilibrio entre las perspectivas positivas, los criterios de selectividad y las estrategias de diversificación.
En el segundo trimestre de 2025, el sector sanitario estadounidense registró, en comparación con el S&P 500, su peor rendimiento trimestral en los últimos años (véase la figura 1). El sector arrastra dificultades desde 2023 y cotiza con una valoración relativa muy baja. Resulta pertinente analizar las causas y valorar si sigue siendo una opción de inversión atractiva.
Figura 1: US healthcare valuations compared to the rest of the S&P 500 (per cent)
Past performance is not an indicator of future performance. For illustrative purposes only.
Source: Aviva Investors, Bloomberg. Data as of September 29, 2025.
Actualmente, el sector sanitario atraviesa una tormenta perfecta de presiones políticas, regulatorias y específicas de los valores cotizados. Si bien gran parte de estas tensiones se deben al discurso político estadounidense, afectan a todas las empresas biofarmacéuticas con exposición comercial en EE. UU.
En el plano político, tres iniciativas promulgadas por la actual y la anterior Administración estadounidense están erosionando la confianza de los inversores: las negociaciones en curso sobre el precio de los medicamentos de Medicare tras la aprobación de la ley de reducción de la inflación (IRA) en 2022; los posibles aranceles sobre los productos farmacéuticos, y el programa de fijación de precios de medicamentos según el principio de “la nación más favorecida” (NMF) para la asistencia sanitaria financiada con fondos públicos.
Las farmacéuticas suelen fijar precios sustancialmente más altos en Estados Unidos que en otros países. La propuesta NMF busca reducir los precios de los medicamentos comparándolos con los de una cesta de países desarrollados. La aplicación de este programa pondría en riesgo los márgenes de beneficio del sector, lo que ha generado un gran nivel de incertidumbre entre los inversores.
Las dificultades del sector se han agravado por los despidos en la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) y por los recortes propuestos de hasta un 40 % en el presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).1 La regulación también afecta a los seguros médicos, a través de ajustes y modificaciones en la ley de asistencia asequible, Medicare y Medicaid.2
Paralelamente, varias empresas farmacéuticas se enfrentan a una pérdida de patentes sin precedentes. En los próximos años, las patentes de algunos de los medicamentos más vendidos expirarán, por lo que se reducirán los beneficios a medida que los genéricos lancen alternativas más económicas.3
A todo ello se suman las tendencias generales del mercado, que han lastrado el sector sanitario (tradicionalmente defensivo), ya que los inversores han centrado su atención en la IA y los valores tecnológicos.
Buenas noticias
No todos los indicadores son negativos. Con las valoraciones del sector sanitario rozando los mínimos de los últimos 35 años en relación con el S&P 500, los factores adversos ya se han descontado, lo que permite adoptar un enfoque más constructivo en el sector.
A pesar de las preocupaciones iniciales, los recortes presupuestarios anunciados no han supuesto retrasos en la aprobación ni en la comercialización de medicamentos, y la FDA opera con normalidad. Asimismo, tras los temores de un ajuste del 40 %, la propuesta presupuestaria de los NIH parece que, al menos, se mantendrá estable.4
Las empresas farmacéuticas están adoptando estrategias para mitigar los riesgos
El sector sigue priorizando la innovación, con avances recientes en áreas como la obesidad, la inmunología y el Alzheimer, y mejoras basadas en la IA en distintos subsectores de la atención sanitaria.
Además, los planes relacionados con los aranceles farmacéuticos (revisión de la sección 232), la próxima ronda de negociaciones de la IRA y la fijación de precios según el principio NMF aún se encuentran en fase de evaluación. No obstante, con independencia de la evolución de estos temas, las empresas farmacéuticas están implementando estrategias para mitigar los riesgos. Ante la amenaza de nuevos aranceles, han anunciado inversiones de capital de miles de millones de dólares destinadas a trasladar y ampliar la fabricación de medicamentos en EE. UU.
Muchas de las principales empresas farmacéuticas están adoptando modelos de venta directa al consumidor con el objetivo de reducir el coste de los medicamentos y mejorar el acceso de los pacientes. En este contexto, la Asociación de Investigadores y Fabricantes Farmacéuticos de Estados Unidos ha anunciado el lanzamiento de AmericasMedicines.com, una nueva plataforma que conecta a los pacientes con los programas de compra directa de los fabricantes. El sitio web, que estará operativo en enero de 2026, busca evitar la participación de intermediarios farmacéuticos y ofrecer un acceso más asequible a los medicamentos recetados.5
¿Retirarse o resistir?
Nuestros analistas del sector sanitario han examinado las principales cadenas de valor, evaluando los vínculos y las dependencias, así como el comportamiento de los distintos subsectores en un entorno caracterizado por oportunidades y amenazas, fundamentos sólidos y motores de crecimiento a largo plazo.
Como resultado, consideramos que el sector sanitario no debe descartarse por completo. Al contrario, creemos que los inversores con capacidad de análisis y una visión a largo plazo pueden identificar oportunidades selectivas.
¿La caída del sector sanitario está abriendo un punto de entrada?
Aunque la historia no siempre se repite, en ocasiones anteriores, el sector ha mostrado fuertes repuntes tras superar fases de riesgo extremo. Gracias a ello, los inversores que aprovecharon el punto álgido de la incertidumbre política obtuvieron ganancias significativas.
Actualmente, y pese a los obstáculos, todo indica que el mercado se encuentra cerca, o incluso ha alcanzado ya, el pico de riesgo, por lo que es poco probable que se produzcan cambios relevantes en la sanidad estadounidense.
A pesar de estos factores favorables, el sector continúa cotizando con un descuento significativo
Al mismo tiempo, comienzan a surgir factores favorables, como el lanzamiento de nuevos productos. Los motores de crecimiento a largo plazo, como la consolidación del sector, el envejecimiento de la población, el avance de la medicina preventiva y las oportunidades en mercados emergentes, no se han visto alterados.
A pesar de estos factores favorables y de unos fundamentos sólidos, el sector continúa cotizando con un descuento significativo. Esta situación resulta atractiva, ya que abre puntos de entrada interesantes para los inversores a medio y largo plazo.
Históricamente, el sector ha ofrecido resultados constantes, y muchas empresas del sector mantienen flujos de caja, dividendos y rendimientos del capital sólidos. Las distorsiones derivadas del varapalo que ha sufrido el sector generan oportunidades de inversión; sin embargo, dadas las dificultades que atraviesa, los inversores deben aplicar criterios de selección.
La cadena de valor es la clave
El contexto actual exige una investigación exhaustiva, en primer lugar porque no existe un tema transversal que impulse de manera evidente el crecimiento y las perspectivas del sector. Hace algunos años, tendencias como los medicamentos contra la obesidad o la cirugía robótica generaron una fuerte demanda y entusiasmo, lo que brindó a los inversores cierta seguridad al seleccionar valores relacionados. Sin embargo, pese a la innovación continua y al lanzamiento de nuevos productos, en 2025 no encontramos ninguna tendencia de esa magnitud.
En segundo lugar, persiste la incertidumbre sobre el rumbo de los cambios políticos y, dado que los subsectores de la sanidad están interconectados, ninguno puede considerarse completamente aislado del riesgo político. No obstante, algunas cadenas de valor se están beneficiando de condiciones más favorables que otras.
La tecnología médica como refugio
Las acciones de tecnología médica (MedTech) han mostrado buenos resultados este año y algunas empresas podrían beneficiarse de iniciativas impulsadas por el Gobierno estadounidense. Por ejemplo, el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Robert Kennedy Jr., ha defendido la adopción generalizada de dispositivos para el seguimiento de los parámetros de salud.6 Esto podría suponer una gran ventaja para empresas como Abbott Laboratories, fabricante de sensores de glucosa corporales y otros productos relacionados.7
Figura 2: MedTech value chain
Source: Aviva Investors, as of September 30, 2025.
Dada la estrecha relación entre los eslabones de la cadena de valor, cuando el segmento MedTech evoluciona positivamente, los hospitales suelen seguir esa tendencia (y viceversa), ya que muchos dispositivos requieren implantación quirúrgica o se utilizan en procedimientos médicos (véase la figura 2). En cambio, cuando tanto el segmento MedTech como los hospitales registran buenos resultados y las tasas de uso aumentan, las aseguradoras se ven presionadas por el incremento de la demanda, especialmente si no han previsto dicho repunte.
Algunos hospitales europeos también han mostrado buenos resultados este año. La empresa alemana Fresenius constituye un buen ejemplo: cuenta con una división farmacéutica y de nutrición con exposición limitada a Estados Unidos y obtiene alrededor del 60 % de sus ingresos de sus hospitales en España y Alemania. Por lo tanto, es poco probable que se vea afectada por los aranceles estadounidenses y otras medidas políticas.8
Los inversores deben elegir bien en el sector farmacéutico
El sector farmacéutico se enfrenta múltiples desafíos, que van desde el riesgo de la cartera de productos hasta los aranceles, pasando por el programa de precios NMF y la idea general de que los pacientes estadounidenses pagan demasiado por los medicamentos (véase la figura 3). Como consecuencia, es muy difícil identificar inversiones rentables dentro de este subsector. Por ejemplo, aunque la cartera de productos de AstraZeneca es sólida, los inversores muestran un interés moderado dado el entorno de mercado actual.9
De forma similar, la limitada financiación y la escasez de carteras de productos en biotecnología son un lastre para este subsector.
Figura 3: Pharmaceuticals value chain
Source: Aviva Investors, as of September 30, 2025.
Derivados farmacéuticos: una recuperación con altibajos
Algunas partes de la cadena de valor muestran cierta resiliencia, como los distribuidores de medicamentos, por ejemplo, McKesson. Como hemos mencionado, ningún subsector puede aislarse completamente de los riesgos, y el rendimiento de los distribuidores depende de las ventas de fármacos. Sin embargo, al tratarse de negocios con bajos márgenes, los distribuidores no están tan expuestos a las medidas de la Administración estadounidense. En este contexto, las acciones de McKesson han subido notablemente, casi un 22 % entre el 2 de enero y el 18 de septiembre de 2025.10
Es improbable que el crecimiento vuelva a los niveles extraordinarios, pero las perspectivas a futuro son atractivas
Por otro lado, las herramientas del sector biosanitario, las empresas que ofrecen servicios de desarrollo y fabricación, y aquellas que ofrecen servicios de investigación (CDMO y CRO, por sus siglas en inglés) dependen en gran medida del gasto en I+D de las empresas biofarmacéuticas, por lo que se han visto perjudicadas. Sin embargo, tras la reciente oposición a los recortes propuestos en los presupuestos de los NIH, comienzan a observarse señales de estabilización en las herramientas y las CRO, aunque anticipamos que la recuperación será irregular.
Los valores relacionados con herramientas del sector biosanitario parecen muy sobrevendidos y han sufrido nuevas rebajas de beneficios debido a la preocupación por la recuperación de sus mercados finales. No obstante, dado que ahora parece que el presupuesto de los NIH se mantendrá estable, o incluso aumentará ligeramente, y que el bioprocesamiento sigue mostrando un crecimiento razonable, el subsector podría estar iniciando una recuperación gradual. Aunque es improbable que el crecimiento vuelva a los niveles extraordinarios previos a la pandemia de COVID‑19, consideramos que las perspectivas a futuro son, en general, atractivas, especialmente en empresas con una diversificación sólida.11
Diversificar es fundamental
Un análisis detallado de estos subsectores y de su dinámica revela oportunidades derivadas de distorsiones de mercado, áreas ignoradas y negocios relativamente aislados. Al mismo tiempo, pone de manifiesto la importancia de diversificar dentro del sector sanitario en general. Centrar la exposición únicamente en las grandes empresas farmacéuticas y aseguradoras implicaría asumir la mayoría de los principales riesgos del sector.
En cambio, incorporar las empresas adecuadas de subsectores como MedTech, las instalaciones sanitarias o el bioprocesamiento puede ayudar a mitigar parte de esos riesgos y generar oportunidades de rentabilidad. Asimismo, otros subsectores de cadenas de valor independientes son buenas opciones de diversificación, como los proveedores de servicios dentales y de salud animal, cuyos ingresos suelen provenir directamente de los pacientes, o de sus dueños, y no dependen de posibles recortes en el presupuesto de los NIH ni de otras medidas políticas.
Perspectivas a largo plazo: la IA en el punto de mira
A más largo plazo, se prevé que la IA revolucione el sector sanitario, gracias a innovaciones como la medicina personalizada, el desarrollo de nuevas proteínas y la mejora de los diagnósticos. Actualmente, algunas empresas de IA cotizan en bolsa, y las grandes farmacéuticas se están asociando con uno o varios especialistas en distintos ámbitos. En su informe anual de 2024, AstraZeneca afirmó que aplicaba la IA al 85 % de sus programas de micromoléculas para ayudar a la identificación de objetivos y el diseño de ensayos clínicos. Por su parte, Thermo Fisher Scientific está integrando activamente la IA en sus operaciones, productos y soluciones para clientes, con un enfoque centrado en la rentabilidad, la innovación y el crecimiento.12
Es demasiado pronto para saber hasta qué punto se trata de una moda pasajera, pero vemos potencial
Es demasiado pronto para saber hasta qué punto se trata de una moda pasajera y qué áreas se verán realmente transformadas, pero, como se analiza más ampliamente en nuestro informe del sector tecnológico, vemos un gran potencial.13 Por ejemplo, dada la duración y la complejidad de la comercialización de un nuevo fármaco, que puede llevar décadas, la posibilidad de que la IA ayude a optimizar y acortar el proceso podría suponer un ahorro significativo en las inversiones en I+D de las empresas biofarmacéuticas. A su vez, esto podría reforzar la rentabilidad para los inversores, por lo que seguiremos de cerca la evolución de los acontecimientos.
¿Hay esperanza para el sector sanitario?
Aunque 2025 está siendo un año nefasto para el sector, un análisis detallado de sus características y dinámicas sugiere que quizá ya hemos superado el pico de riesgo. Al mismo tiempo, también emergen oportunidades opacadas por la incertidumbre del mercado. Por supuesto, persisten los riesgos y resulta esencial mantener la diversificación. En consecuencia, nuestras carteras de renta variable global mantienen una sobreponderación en el sector sanitario, reflejando nuestro optimismo sobre su potencial.