En un mundo de profundas transformaciones y mercados dominados por la incertidumbre y la volatilidad, ¿cómo se construyen carteras resilientes en distintos entornos?
Lea este artículo para comprender:
- Qué hace que una cartera sea eficiente y por qué es crucial
- Qué hace que una cartera sea resiliente y por qué importa en el entorno actual
- Cómo combinamos la eficiencia y la resiliencia en nuestras carteras de renta fija
Tras la crisis financiera global, los diferenciales de los bonos corporativos se estrecharon durante varios años, al tiempo que se reducía la dispersión de la rentabilidad. En aquellos tiempos, los inversores se apoyaron principalmente en la beta de crédito, o la dirección general del mercado, en lugar de en el alfa (que se basa en una rigurosa selección de valores) para generar rendimientos.
Este enfoque centrado en la beta funcionó muy bien en fases alcistas de los mercados, pero dejó desprotegidas a las carteras durante episodios de expansión de los diferenciales, cuando la aversión al riesgo aumentó y las caídas fueron más pronunciadas (véase la figura 1).
Figura 1: Excess returns highly correlated to market direction
Past performance is not a reliable indicator of future performance.
Note: Global corporate bond peer group, returns in USD. Data from September 30, 2015 to November 27, 2025.
Source: Aviva Investors, Bloomberg, eVestment. Data as of November 27, 2025.
En el entorno actual, marcado por la compresión de los diferenciales y la asimetría de los perfiles de riesgo, los inversores necesitan una estrategia centrada en el alfa, que mantenga un posicionamiento disciplinado y neutral y aproveche oportunidades de alta convicción.
Por qué la eficiencia no basta
Durante décadas, los inversores se han centrado en diseñar carteras eficientes; es decir, que maximicen la rentabilidad asociada a un determinado nivel de riesgo. Este enfoque da buenos resultados en mercados estables, ya que reduce riesgos innecesarios y evita la sobreconcentración.
Sin embargo, los mercados no siempre son estables. Para que la eficiencia sea útil, las condiciones deben ser normales, pero, teniendo en cuenta la compresión de los diferenciales y la mayor volatilidad del entorno actual, puede que esta premisa se esté tambaleando. Cuando ocurre una crisis, una estrategia basada únicamente en la eficiencia puede dejar desprotegidas a las carteras.
Por ello, creemos que la eficiencia es solo una parte de la solución. El otro factor clave es la resiliencia, que hemos convertido en la piedra angular de nuestro proceso de inversión.
A qué nos referimos cuando hablamos de resiliencia
En Aviva Investors vemos la resiliencia como una forma de llevar más lejos la eficiencia. Lo importante de una cartera no es el rendimiento que pueda obtener en condiciones estables, sino cómo se comporta en medio de la incertidumbre. Una cartera resiliente es capaz de resistir las crisis, adaptarse y recuperarse sin que el inversor tenga que hacer sacrificios, como vender con el precio en mínimos o reducir el riesgo en el peor momento.
La resiliencia tiene en cuenta factores que van más allá de la volatilidad histórica; entre otros:
En resumen, la resiliencia ofrece una visión más completa del potencial de rentabilidad total y contribuye a construir carteras capaces de resistir crisis y recuperarse.
Nuestro enfoque de selección de bonos incorpora una medida ajustada de eficiencia que considera la resiliencia en diferentes condiciones de mercado. Por ejemplo, un bono a cinco años con un diferencial ajustado por opciones de 200 puntos básicos (pb) y una duración de cinco años podría mostrar un diferencial de equilibrio de 40 pb y una volatilidad del diferencial de 20 pb. Esto se traduce en una puntuación de eficiencia cercana a dos; es decir, se ganan dos puntos básicos de carry por cada punto básico de volatilidad.
Si el bono se negociase 50 pb por encima de su media histórica, la puntuación de resiliencia podría situarse en 4,5x, lo que señalaría un fuerte potencial alcista (véase la figura 2). En cambio, si se negociase 50 pb por debajo, la puntuación podría descender a -0,5x, reflejando poco potencial alcista. ¿Por qué? La resiliencia no solo tiene en cuenta el carry, sino también el posicionamiento con respecto a las medias históricas y la fortaleza estructural del activo.
Figura 2: Calculating resilience
Efficiency adjusted for how spreads behave relative to government bonds and other factors
For Illustrative purposes only.
Source: Aviva Investors, as of December 2025.
Con el tiempo, las carteras resilientes tienen el potencial de ofrecer mejores ratios de información y una rentabilidad más estable a lo largo del ciclo del crédito. Así, los rendimientos no solo son mayores, sino también más consistentes.
Una cartera eficiente asume que las condiciones se mantendrán estables, mientras que una cartera resiliente se prepara para la incertidumbre.
Nuestras carteras combinan eficiencia y resiliencia
La resiliencia no es un concepto abstracto, sino un elemento central en nuestro proceso de evaluación de oportunidades y construcción de carteras. Tomemos el ejemplo anterior de los bonos a cinco años. Si nos fijamos únicamente en la eficiencia, parecen atractivos por el sólido rendimiento, en comparación con la volatilidad, que proporcionaría mantenerlo. Sin embargo, al incorporar la reversión a la media esperada y el posicionamiento histórico, la resiliencia pasa a ser el factor decisivo.
La resiliencia es un elemento central en nuestro proceso de evaluación de oportunidades y construcción de carteras
Demos un paso más y pensemos en cómo generar alfa en la construcción de carteras. Pongamos como ejemplo el caso de una empresa con un modelo de negocio no cíclico y una trayectoria de desapalancamiento, dos factores que nuestros analistas interpretaron como catalizadores de estrechamiento del diferencial.
Mediante análisis avanzados con nuestro conjunto de herramientas Opti-FI, los analistas sometieron los bonos de esta empresa a pruebas de resistencia con diversos parámetros de riesgo y ayudaron a los gestores de la cartera a modelar un cambio estratégico (vender otra posición de renta fija para comprar esta), manteniendo neutra la volatilidad y evaluando el impacto del cambio en distintos escenarios.
¿Y bien? Aunque la operación exige vender una posición de mayor tamaño en bonos corporativos con calificación A para preservar la paridad de riesgo en la cartera, se justifica por el potencial alcista del posible estrechamiento del diferencial, junto con la tendencia de desapalancamiento de la empresa.
Conclusión
Los inversores que quieran ganar a largo plazo deben tener en cuenta la resiliencia, pues es un factor esencial. Los mercados actuales están dominados por la incertidumbre derivada de los ciclos de crédito, las tensiones geopolíticas, las sorpresas inflacionarias y las crisis de liquidez. En este contexto, si uno se centra únicamente en la eficiencia puede dejar desprotegida su cartera. En teoría, que una cartera sea muy eficiente puede parecer genial, pero, si carece de resiliencia, podría desmoronarse ante una crisis.
Construir carteras resilientes no consiste en predecir el futuro, sino en prepararse. Al combinar eficiencia y resiliencia, diseñamos carteras que ofrecen buenos resultados no solo en condiciones normales, sino también cuando en tiempos turbulentos.