Este junio, nuestros equipos de crédito analizan el motor de crecimiento de la industria europea.
Lea este artículo para comprender:
- Por qué las decisiones de política monetaria en Europa podrían reactivar el motor industrial de la región
- Cómo la flexibilización de las normas sobre emisiones de la UE está ayudando a los fabricantes de automóviles
- Cuáles son las oportunidades y los riesgos en Europa para los inversores en crédito
Le damos la bienvenida a la edición de junio de Bond Voyage. Este mes, nuestros equipos de crédito se han centrado en analizar Europa.
El Viejo Continente ha mostrado indicios de recuperación industrial, respaldada por cambios políticos y normativos. A pesar de las continuadas tensiones comerciales con Estados Unidos, las empresas muestran cada vez más confianza. Esta evolución podría dar impulso tanto al crédito con grado de inversión como a los títulos de alto rendimiento, y nuestros equipos están muy atentos a las posibles oportunidades.
Crédito: ¿pegará un acelerón el motor de Alemania?
Tras años de crecimiento moderado, la economía europea muestra signos de una incipiente recuperación industrial desde finales de 2024. En concreto, la cartera de pedidos del sector automovilístico en Europa occidental ha mantenido la resiliencia, y los pedidos de maquinaria de construcción han aumentado.
En Alemania, el marco político ha sido un factor favorable y, en marzo de 2025, propició uno de los mayores giros de política fiscal en décadas. Esa decisión podría revitalizar la base industrial alemana a medio plazo y suponer un importante impulso para las empresas europeas en todo el ámbito del crédito con grado de inversión y los bonos de alto rendimiento.
El fondo de 500 000 millones de euros de Alemania podría hacer de potente catalizador del crecimiento
El anuncio de Alemania de destinar 500 000 millones de euros a un fondo dedicado a proyectos de infraestructuras, digitalización, redes eléctricas y educación podría hacer de potente catalizador del crecimiento. El Parlamento alemán también votó a favor de eximir el gasto en defensa que supere el 1% del PIB de las normas del freno a la deuda (que restringe el endeudamiento a nivel federal y estatal) y creó un fondo adicional de 100 000 millones de euros para defensa1.
Sin embargo, Alemania no está sola. En toda Europa, los Gobiernos están aumentando la inversión en defensa e industria. Francia y el Reino Unido se han fijado como objetivo aumentar el gasto en defensa hasta alcanzar al menos el 3% del PIB, aunque sin fechas concretas2, 3. Francia se centrará en el sector aeroespacial, la ciberdefensa y las infraestructuras de doble uso, mientras que el Reino Unido también ha anunciado planes para ampliar la inversión de capital en infraestructuras y logística. Por su parte, España se encamina hacia un gasto del 2% del PIB en defensa en 2025, con un aumento de la financiación para los centros de fabricación regionales, aunque se mantiene al margen del plan de los aliados de la OTAN de aumentar el gasto hasta el 5% del PIB para 20324. A escala de la UE, la iniciativa ReArm Europe está movilizando más de 800 000 millones de euros en fondos relacionados con la defensa5.
Estos acontecimientos apuntan a un cambio estructural en la política industrial europea, con repercusiones para los mercados de crédito que van mucho más allá de Alemania. Esperamos que se vean favorecidos diversos sectores, desde el transporte por carretera hasta la maquinaria de construcción, los materiales de construcción, la defensa, los productos químicos y las infraestructuras digitales/inteligentes. Por supuesto, también serán importantes los puntos fuertes de cada empresa, y estaremos atentos a las oportunidades.
¿Cambio de rumbo para la automoción?
La confianza europea recibió un impulso adicional gracias a la flexibilización por parte de la Comisión Europea de los requisitos de emisiones de CO₂ para el sector automovilístico europeo. Los fabricantes que se arriesgaban a sufrir importantes sanciones económicas por no cumplir los requisitos para 2025 tendrán ahora tres años para adaptarse6.
Este cambio reduce la obligación de los fabricantes de automóviles de producir más vehículos eléctricos en un momento en el que la adopción por parte de los consumidores se está ralentizando. También evita imponer sanciones a muchos de ellos, que ya se enfrentan a la incertidumbre del comercio mundial, a una intensa competencia y a unas condiciones de demanda complejas en China. Además, brindar a las empresas tres años les da más margen para confirmar su estrategia de producto, lo que también proporciona a sus proveedores europeos una mayor visibilidad y unos calendarios de producción menos volátiles.
El exceso de capacidad sigue siendo un problema en Europa
El exceso de capacidad sigue siendo un problema en Europa. Alemania no es una excepción, pero su cambio en la política de defensa significa que parte de su exceso de capacidad podría reutilizarse para respaldar la producción en el ámbito de la defensa. En nuestra opinión, como inversores en crédito, eso respaldaría los beneficios empresariales y mejoraría la dinámica del apalancamiento operativo.
Además, las tendencias más generales en materia de políticas e inversiones también respaldan las perspectivas industriales de Europa. Por ejemplo, el plan REPowerEU y el Plan Industrial del Pacto Verde de la UE están destinando cerca de 300 000 millones de euros a la energía limpia, a la mejora de la red eléctrica y a la descarbonización industrial7.
Percepción positiva
Es demasiado pronto para saber si las políticas anunciadas recientemente están teniendo efectos financieros positivos en la industria europea, dado que la materialización de las infraestructuras y de los programas gubernamentales lleva su tiempo. Sin embargo, las conversaciones que hemos mantenido con empresas de toda Europa apuntan a una percepción cada vez más positiva en la región, respaldada por esos avances.
Sin embargo, las tensiones comerciales actuales con Estados Unidos están creando incertidumbre para la economía europea. El impacto sigue sin estar claro, dada la volatilidad de la política arancelaria estadounidense, por lo que aún está por ver en qué medida podría contrarrestar los recientes avances positivos. Sin embargo, es un gran riesgo que tener en cuenta, y nos estamos preparando para más altibajos en la montaña rusa de las expectativas del mercado en Europa.