En la edición de este mes de Bond Voyage, nuestro equipo de soluciones analiza las implicaciones del entorno de tipos de interés “más altos durante más tiempo” en EE. UU. y cómo podría afectar a los inversores en bonos con grado de inversión.
Lea este artículo para comprender:
- Por qué el ciclo de tipos de EE. UU. se asemeja al de los años 90 y cómo podría afectar a la política monetaria.
- Qué nos enseña la historia sobre el futuro de los diferenciales de los bonos corporativos con grado de inversión.
- Las principales consecuencias para los inversores en bonos con grado de inversión en el entorno actual.
¿Hasta cuándo seguirá la Reserva Federal con su postura de “tipos más altos durante más tiempo”? La cuestión vuelve a ser de candente actualidad entre los inversores.
Desde finales de 2024, la Fed ha mantenido intacto el precio del dinero a pesar de que las presiones inflacionistas causadas por los aranceles han permeado la economía en general.
Para los inversores en deuda con grado de inversión, el contexto macroeconómico plantea cuestiones importantes en torno a la evolución de los diferenciales, el sentimiento de riesgo y el posicionamiento de las carteras.
La historia se repite: 1994 y 2022
No hace falta remontarse en el tiempo para observar una coyuntura similar. En 2022 ―al igual que en 1994―, la Fed trató de atajar rápidamente la inflación mediante una batería de recortes agresivos. Ese año, los tipos aumentaron 425 pb, siguiendo la estela del repunte de 1994 de más de 250 pb con el que se alcanzó al año siguiente la cota del 6%. Más recientemente, en 2023, los tipos volvieron a coronar el 5,5% (véase la figura 1).
Figura 1: Recent federal funds rates mirror the past (per cent)
Source: Aviva Investors, Bloomberg. Data as of July 16, 2025.
En ambos periodos, de 1994 al 2000 y de 2022 a 2025, el rápido aumento de los tipos de interés en EE. UU. dio paso a un largo periodo de estabilidad. En cada caso, el banco central rebajó los tipos en tres ocasiones a mitad de ciclo: entre 1995 y 1996, para impulsar la expansión tras un periodo de endurecimiento, y a finales de 2024, para adaptar las medidas al contexto de inflación constante y de resiliencia de la economía.
A pesar de los recortes, la Fed mantuvo una postura de tipos “más elevados durante más tiempo” gracias al fuerte crecimiento del país, la escasez de la mano de obra y el estallido de los precios de los activos. En ambos casos, la innovación tecnológica fue decisiva. Los paralelismos entre las dos situaciones ponen de manifiesto el planteamiento coherente del banco de favorecer la estabilidad de los precios a largo plazo antes que ceder a las presiones inmediatas del mercado.
Efectos sobre los diferenciales de los bonos con grado de inversión
En vista de lo anterior, nos hemos propuesto estudiar el comportamiento de los diferenciales de los bonos corporativos con grado de inversión de EE. UU. entre 1997 y el 2000. De los datos se desprende un panorama interesante (véase la figura 2):
- 1997 y 1999: se produce un ligero ensanchamiento en los años de estabilidad macro y de mercados fuertes de renta variable.
- 1998 y 2000: los diferenciales se amplían considerablemente, en un periodo que coincide con la crisis financiera asiática y el estallido de la burbuja tecnológica.
Figura 2: Do past corporate bond spread changes offer an insight for future? (basis points)
Past performance is not a reliable indicator of future performance.
Note: Data between December 31, 1996 to December 31, 2000.
Source: Aviva Investors, ICE BofA bond indices. Data as of July 30, 2025.
Estos episodios ponen de relieve algo fundamental: aunque los diferenciales de los bonos con grado de inversión suelen resistir en etapas de estabilidad, son vulnerables ante los shocks sistémicos y los cambios en el sentimiento de riesgo.
Aunque la calma reina, el peligro acecha
Los diferenciales de los bonos con grado de inversión siguen bajo control a mediados de 2025. Varios son los factores que favorecen esta estabilidad:
- La fuerte demanda de los inversores que buscan rentabilidad.
- Los sólidos fundamentales de las empresas.
- La coyuntura macro, que parece indicar una ralentización, y no una recesión.
La coyuntura actual se asemeja a las de 1997 y 1999, pues deja entrever una ligera ampliación de los diferenciales en el futuro. No obstante, la historia nos recuerda que los shocks más grandes, como los de 1998 o el 2000, pueden derivar en grandes reajustes, incluso en periodos de estabilidad.
Implicaciones para los inversores de bonos con grado de inversión
1. La rentabilidad no es lo único
Aunque los diferenciales no se han distanciado, no hay que descartar que puedan ensancharse repentinamente a causa de shocks externos. Los inversores deberían actuar con cautela si buscan obtener rendimientos en los segmentos de bajada de la pendiente, sobre todo en sectores que son vulnerables ante la volatilidad geopolítica o macro.
2. Los fundamentales son la clave
Los fundamentales empresariales son más importantes que nunca en un contexto de “tipos más altos durante más tiempo”. El buen estado contable, la estabilidad de los flujos de caja y la resiliencia del sector deberían ser los principales criterios en la construcción de las carteras.
3. Ojo avizor para detectar puntos de inflexión en la política monetaria
Los recortes que la Fed llevó a cabo a mitad de ciclo en 2024 fueron un reajuste, no un cambio de rumbo. Los inversores deberían realizar un seguimiento minucioso de los datos sobre la inflación, las tendencias en el mercado laboral y las dinámicas de los precios de los activos. Las señales de cambio en la retórica de la Fed podrían haber amplificado los efectos en el comportamiento de los diferenciales.
4. Diversificación en ciclos
El comportamiento histórico de los diferenciales entre 1997 y el 2000 muestra que la diversificación entre sectores y zonas geográficas puede ayudar a mitigar los efectos de los shocks sistémicos. Por ejemplo, los diferenciales en el sector de la logística pueden tener un comportamiento distinto de los del sector de las telecomunicaciones o los servicios públicos en momentos de tensión.
5. Anticiparse a los riesgos
Incluso en un entorno macro favorable, la volatilidad de los acontecimientos, como las tensiones comerciales, los cambios en las políticas o los conflictos geopolíticos, puede alterar la estabilidad de los diferenciales. Los inversores deberían considerar aplicar estrategias de cobertura o tener colchones de liquidez para gestionar los riesgos de cola.
Conclusiones
El relato de “tipos más altos durante más tiempo” es más que un titular: representa un cambio estructural con implicaciones de calado para los inversores en bonos con grado de inversión. Aprender de los ciclos pasados, centrarse en los fundamentales y prepararse ante la volatilidad permitirán a los inversores actuar con mayor convicción en este entorno estabilizado de tipos.
Seguiremos supervisando de cerca las evoluciones y compartiremos nuestros puntos de vista en publicaciones futuras. No se lo pierda.