En la última edición de Bond Voyage de 2025, examinamos las enormes cantidades de capital que se están destinando a construir nuevos centros de datos de alta capacidad y cómo este gasto se está financiando en los mercados de bonos.
Lea este artículo para comprender:
- Cómo la historia del “crecimiento” de la inteligencia artificial (IA) ha pasado a ser una sobre “flujos de efectivo”
- Las enormes cantidades de capital que se están invirtiendo en infraestructuras nuevas para centros de datos
- El impacto de esta ampliación de capital en los mercados de bonos
Los hiperescaladores estadounidenses (grandes proveedores de servicios en la nube) están gastando enormes sumas para construir centros de datos de alta capacidad, con el objetivo de mantener el ritmo de la IA generativa. Estas inversiones ya no son opcionales, sino esenciales para la competitividad, y están empezando a influir en los mercados de bonos.
Se espera que la inversión en IA generativa aumente considerablemente
La IA generativa ha convertido a los centros de datos en un punto importante para la inversión global. Se considera una tecnología con potencial para propiciar un cambio radical, y las empresas están comprometiendo cantidades extraordinarias de capital para no quedarse atrás. Desde los fabricantes de semiconductores y chips hasta los hiperescaladores, la escala de la inversión es asombrosa.
McKinsey estima que se necesitarán casi 7 billones de dólares para 2030 a fin de satisfacer la creciente demanda de potencia informática, tanto para la IA como para las necesidades tradicionales1. Si bien la capacidad de los fabricantes de chips para monetizar esta tendencia es más clara, siguen existiendo dudas sobre la magnitud de las ventajas económicas futuras para otros partícipes. Lo que es seguro es que la ola de inversiones ha comenzado y su impacto en los mercados de crédito ya es visible.
Los hiperescaladores, en particular, están destinando miles de millones a infraestructuras para centros de datos (véase el Gráfico 1). Esta inversión en inmovilizado está perdiendo cada vez más su carácter discrecional y está pasando a ser algo fundamental para mantener la competitividad.
Figura 1: Expanding capital expenditure across hyperscalers ($ billion)
Note: Annual data. Reported figures for 2022-2024, forecasts for 2025 onwards.
Source: Aviva Investors, Bloomberg. Data as of December 3, 2025.
El mercado de bonos con grado de inversión como fuente de financiación
Los hiperescaladores han disfrutado tradicionalmente de sólidas calificaciones de grado de inversión y robustos flujos de efectivo, por lo que rara vez han necesitado recurrir a los mercados de bonos. Su apalancamiento ha sido bajo en general y, cuando han emitido deuda, ha sido principalmente para obtener financiación asequible.
La magnitud de la inversión en inmovilizado actual está cambiando este panorama. Las empresas ahora emiten bonos con más frecuencia para financiar estos proyectos, incluso aunque sigan dando prioridad a la rentabilidad para los accionistas. Si bien una parte significativa del gasto seguirá procediendo de las reservas de efectivo existentes, la dependencia de los mercados de bonos va a aumentar.
- Emisores de primer nivel: Los hiperescaladores con alta calificación pueden emitir deuda en condiciones atractivas, dado su bajo coste de endeudamiento en relación con sus fondos propios. Mantienen la flexibilidad de reducir la emisión si las condiciones del mercado se deterioran.
- Emisores con baja calificación: Es posible que no tengan más remedio que depender en gran medida de la emisión de deuda, ya que el flujo de caja libre por sí solo no puede cubrir la inversión necesaria.
La expectativa de nuevas emisiones sustanciales ha pesado sobre la confianza, y ha suscitado preocupaciones por la posibilidad de que se esté creando una “burbuja de IA generativa”. Este viraje también ha modificado el discurso: los debates que antes se centraban en la productividad y el crecimiento —que impulsaban las subidas de la renta variable— ahora se centran en los flujos de efectivo y los mercados de crédito.
Los arrendadores de centros de datos también buscan financiación
Hay otra faceta en la historia de la inversión en centros de datos. Numerosos hiperescaladores alquilan la “cubierta” física —el terreno y los edificios— en lugar de ser sus propietarios. Los promotores de estas instalaciones también están recurriendo a los mercados de capitales para obtener financiación.
La capacidad de los hiperescaladores para pagar la renta es un factor clave a la hora de evaluar estas estructuras
La solvencia de los bonos de estos promotores está estrechamente relacionada con la solidez financiera de sus arrendatarios. Por tanto, la capacidad de los hiperescaladores para pagar la renta es un factor clave a la hora de evaluar estas estructuras.
Esta situación ha llevado a la creación de nuevos modelos de emisión en que los arrendatarios proporcionan apoyo crediticio implícito a los arrendadores sin garantizar directamente la deuda. Estos acuerdos dan confianza a los inversores al vincular los bonos a la sólida calidad crediticia de los arrendatarios.
Sin embargo, este enfoque introduce un riesgo de concentración adicional. Dado que los flujos de efectivo y la solvencia se interconectan cada vez más entre entidades jurídicamente independientes, los inversores deben permanecer alerta ante las exposiciones indirectas a la hora de evaluar estas estructuras.
Repercusiones en los mercados de bonos
No se trata solo de una cuestión relacionada con los bonos con grado de inversión, sino que también afecta a algunos emisores de alta rentabilidad. Sin embargo, el mercado de renta fija con grado de inversión es mucho mayor y está mejor posicionado para absorber el aumento que se prevé de las emisiones relacionadas con la IA.
El volumen potencial de nuevos bonos con grado de inversión podría aumentar significativamente el peso del sector tecnológico en los índices de referencia de crédito. Actualmente, la tecnología representa el 6,7% del índice, con alrededor de 910 000 millones de dólares en circulación2. J.P. Morgan estima que durante el próximo año podrían emitirse 300 000 millones de dólares en bonos relacionados con la IA y centros de datos, lo que elevaría el peso de la tecnología al 8,7%.
Si finalmente se emiten los 1,5 billones de dólares de deuda previstos, la tecnología podría representar hasta el 15,9% del índice. Para los inversores en crédito, el principal reto será garantizar que los balances de los emisores sigan siendo resilientes en un contexto caracterizado por el aumento de la inversión en inmovilizado y del apalancamiento.
Dado que los arrendamientos de centros de datos de los hiperescaladores siguen creciendo, es posible que los indicadores de deuda tradicionales no reflejen toda la realidad. Esperamos que la deuda ajustada por los arrendamientos se convierta en una medida cada vez más importante a la hora de evaluar los balances, dada la escala potencial de estos compromisos.